Burn and Turn es un arcade ambientado en un mundo medieval de hechiceros, caballeros embutidos en armadura de placas, esqueletos animados y dragones que lanzan fuego por la boca, en el que tendremos que asumir el rol de este último, para acabar con la existencia del resto.
El planteamiento del juego es muy simple: nuestro dragón se encuentra protegiendo una torre en la parte derecha de la pantalla, y de la parte izquierda saldrán todo tipo de enemigos intentando llegar hasta él. Nuestro objetivo, pues, será incinerar a todos los que intenten acercarse a la torre con las bolas de fuego que puede lanzar el dragón.
Ahora bien, a medida que conseguimos aguantar más y más tiempo, no solo irán saliendo más enemigos (y más fuertes), sino que iremos consiguiendo mejoras para las bolas de fuego de nuestro dragón. De esta forma, gracias a los magos y mercaderes a los que también podremos matar, podremos conseguir bolas de fuego dobles... e incluso una suerte de rayos láser.
Burn and Turn es un juego de acción frenético, que resulta ideal para jugar partidas rápidas de no más de diez minutos. Su tosco apartado gráfico, claro homenaje a los juegos de 8 bits, se ve ampliamente compensado por una mecánica que proporciona diversión directa a cualquier jugador capaz de ver más allá de sus píxeles.
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